jueves, 27 de agosto de 2009

Extracto de las palabras de una mujer agonizante

"Llamarme angustia es sólo el comienzo de lo poco que queda, llamarme calamidad es lo que se está transformando de a poco, lo que quedaba de mi, no creo que ahora encuentre lo que me falta será que no encontraría nada, se perdió lo que una vez encontré y jamás se volverá a ver de donde se palpitaron alguna vez, perdida en mi cabeza con ganas de arrancar y de dejar de pensar, buscándole final a lo que aún no comienza y huyendo de lo que se supone me haría feliz. Caminando sola me encuentro sin saber que hacer, mañana será uno de esos días que jamás quisiera tener, llamaría a la muerte para que me viniera a buscar si fuera necesario, escaparía de la angustia de un solo grito si no fuera que quedaría poco por conseguir, mañana podría ser un día de esos en lo que no cabria tanta pena para demostrar lo que llevo dentro o podría ser uno de esos días en los que no existo por sólo unas horas hasta llegar a mi casa, podría transformarme en lo que quisiera como esas veces en las que nunca olvide palabra alguna sólo que no salieron de mi boca.

Las palabras sobran pero jamás pensé que me podía sentir tan sola, es como si todo esto se transformara en el absurdo y mentiroso sentido de la vida, quisiera que las palabras no bastaran para que se dieran cuenta de la gran angustia que siento ahora, llevo en mi la carga de la inconsecuencia de mis actos junto con la cobardía de mis gestos, no es mucho; lloraría, gritaría, saltaría, golpearía a alguien, pero no me queda más que olvidar y tragar. Llámame y cuéntame de tus historias que hacen que las mías se transformen en miseria".